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sábado, 21 de febrero de 2009

Hay que mojarse


Creo que fue en mi penúltima estancia en Roma, con motivo de esas reuniones que hacemos en mi tribu periódicamente, con la excusa de tratar temas importantes. Tenía el avión de regreso por la tarde, así que aproveché la mañanita para ir a Soprani a comprar los acostumbrados recuerditos baratos. El día amenazaba lluvia, así que le pedí a uno de los estudiantes si podía prestarme un paraguas; sea porque sólo tenía uno o porque no me perdonaba el rollazo que el día antes me tuvieron que soportar sobre los frailes españoles del XVIII, fray M. sonrió y me dijo: "Padre, haz una caridad y cómpralo a uno de esos extracomunitarios que los venden baratitos ahí fuera". Bah, no me pareció mala idea; efectivamente, en Metro Laurentina estaban un par de africanos con paragüitas de todos los colores. 3 euros bien empleados, me dije. Y efectivamente, justo al salir en Ottaviano, se desencadenó un chubasco del que pude ponerme a buen recaudo gracias al objeto recién adquirido. En Barcelona aquello habría contravenido una ordenanza de "civismo". Lo acredita una de las cartas al Director de La Vanguardia del pasado día 25 de enero, escrita por la señora o señorita Berta Gili; está en catalán, así que por poner en aviso a turistas de otros idiomas, la traduzco literalmente:
"Hace unos días había salido de compras cuando empezó a llover. Busqué refugio un rato, pero, como quería seguir con mi programa de compras navideñas, decidí recurrir a la venta ambulante. Mientras finalizaba la transacción por 4 euros, me esperaban bajo la lluvia dos policías municipales vestidos de paisano. Me informaron de mi delito y me pusieron una denuncia que el Ayuntamiento de Barcelona ha valorado en 180 euros. Escribo esta carta para dar ejemplo, supongo que es esa la finalidad de la desmesura de la multa. Es una lástima que el único trabajo de los agentes fuese esperar que yo picase el anzuelo y rellenar el papeleo para la recaudación. Hubiesen podido avisarme. Habrían evitado el delito y me habrían informado."

Curioso. Hay que mojarse. Berta tendría que haberse empapado bajo la lluvia hasta llegar a uno de esos grandes almacenes donde podía haber comprado un paraguas por un precio cuatro veces mayor (estoy pensando, en concreto, en ese Grupo de empresas que obtuvo un beneficio neto en el año 2007 de 747,6 millones de euros), aunque lo más probable, porque siempre llueve sobre mojado, es que cuando Berta hubiese llegado a El Corte Inglés ya hubiese escampado. Lo que hay que hacer en estos casos es aguantar el chaparrón y pillarse una buena pulmonía. Hay que recordar que el fundamento de la ordenanza que le aplicaron es: "Las conductas tipificadas como infracción en el presente capítulo se fundamentan en la protección de la salubridad, el uso racional y ordenado de la vía pública y la salvaguarda de la seguridad pública, además, en su caso, de la protección de las propiedades industrial e intelectual, la competencia leal en la economía de mercado y los derechos de consumidores y usuarios...". En el caso de marras obviaremos lo de los derechos de consumidores y usuarios y la protección de la salubridad, pues no veo que a la usuaria la protegieran de nada; nos queda sólo lo de la "competencia leal", es decir, que se trata de que los grandes almacenes no vayan a arruinarse por cuatro africanos que venden paraguas a 4 euros. Parecería una broma si no fuera porque para estos africanos, dejados al túntún en la península con una orden de expulsión inejecutable y sin ninguna posibilidad de papeleo, esta venta de un producto para nada pernicioso en unas circunstancias de necesidad constituye el único ingreso posible. Parecería una broma si no fuera porque las asistentas sociales del municipio me los envían a la parroquia, a veces desde el otro extremo de Barcelona, para que les proporcionemos alimentos y ropa de segunda mano. Parecería una broma si no fuera porque en mi barrio campan a sus anchas okupas con unos perrazos enormes sin bozal ni correa ni pollas en vinagre. Parecería una broma porque tal vez a los africanos les saldría más a cuenta en lugar de trapichear con paraguas hacerlo con cantidades menudas de droga (menuda multa iban a pegarles a los drogadictos, anda que iban a cobrar). Parecería una broma porque a veces en cuanto caen cuatro gotas y se estropea un semáforo donde yo me sé no se ve un puñetero municipal para regular el tráfico (ahora ya sabemos en qué se ocupan). Parecería una broma porque a unos amigos italianos les sustrajeron este verano el bolso en las Ramblas y en la comisaría de los Mossos había cola para denunciar. Y podríamos seguir: etc., etc., etc.

Consuélese la Berta Gili, pensando que la cosa podría haber sido peor: "La conducta prohibida descrita en el apartado 3 del artículo precedente es constitutiva de infracción leve, que se sancionará con multa de hasta 500 euros." O sea que todavía tendría que darle las gracias al tipo magnánimo que tomó la decisión de multarla "sólo" con 180 euros. Claro que, probablemente, una multa de 30 euros habría bastado, a mi modo de ver, teniendo en cuenta la gravedad del acto y las circunstancias. Pero son las malas lenguas las que afirman de esto el carácter recaudatorio. Ay, aunque no lo dice en su carta, seguro que la señora o señorita Berta debió acordarse de alguien muy allegado al tipo o tipa que decidió la sanción.

Y hablando de recuerdos, ¿por qué me estoy acordando ahora precisamente de unos versos de un poeta panameño? A ver si los recuerdo, decían algo así como

Lo malo no es Marx sino los marxistas

Lo malo no es el Papa sino los papistas

Lo malo no son las putas sino los hijos.

(Me ha salido un post muy poco caritativo, ciertamente).

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Te Ha SaLiDo 1 PoST ReDoNDo FRiaR!
:D

si, bwana dijo...

Gracias por el recado. Llevaré paraguas siempre que vaya a Barcelona.
En Madrid lo compré en un chino sin ningún problema.

Arts and Crafts dijo...

Jo peque!!!, me has quitado el comentario de la boca...

Nada, nada, no sé de qué se queja friar, si vivimos en un mundo cojonudo.... Yo de la señora Berta apelaba, no sé a quién pero apelaba, me parece que tendrían alguien que ir fundando un asociación de agraviados por la ley.... >:(

mia dijo...

Cuanto me has gustado

si no fuera pecado....

o malos somos los

pecadores?

besos de agnóstica

Anónimo dijo...

¿Sólo cuatro veces mayor????? Ay, outsider, pobrecito, que me parece que usted no suele comprar en El Corte Inglés, :D

García Francés dijo...

Efectivamente, D. Outsider, no se la darían únicamente por solidaridad y caridad cristiana. Una Micro Uzi en la cara acojona a tope, padre. ¿Puedo llamarle así?

Respecto a la detención no acabo de entenderle a usted... Lo normal, ¿no es que la policia detenga a los delincuentes?

Le agradezco su visita y espero que no sea la última vez que nos encontremos por esos mundos de Dios.

Máster en nubes dijo...

En fin, lo de las multas desmesuradas ya lo sabía pero ¿hasta este extremo? Estamos como cabras, de verdad.
Y lo siento, compro pañuelos y artículos varios diversos -salvo música y películas- a los morenos. Digo yo que es una forma honrada de ganarse la vida.

García Francés dijo...

Killed In Action

El ministro de Justicia es KIA. Ha caído furtivamente en combate (Killed In Action). Ha sido baja sin honor en esta escaramuza de escopeteros mafiosos.

Ahora, es el turno del Sr. Garzón. El que mercadeó ventaja política para no investigar al Mister X de los GAL. El juez Inquisidor. El magistrado ejemplo de rectitud torcida.

Vista, suerte y al toro. Y que Dios reparta suerte y reconozca a los suyos.

Killed In Action

Juanma Suárez dijo...

Se ve que ha estado navegando un rato hoy por estos procelosos mares de internet (sí, a veces me pongo un poquito pedante, lo siento). Sólo arribo por aquí para darle las gracias (veo que otros ya lo han hecho) por su visita.

Supongo que aprtir de hoy seguiremos en contacto. Un abrazo.

Por cierto, yo también compro los paraguas en los chinos..., y son bastante buenos.

maria jesus dijo...

Los extracomunitarios me caen fenomenal, no lo puedo evitar y no porque sea mas barato lo que venden sino porque creo que se merecen un trato respetuoso y solidario, no entran en España engañando con que vienen de turismo, si se les da trabajo responden increiblemente y no hacen daño a nadie vendiendo cinturones o paraguas al precio que realmente deberian valer en otros sitios.
El post es estupendo y pone el dedo en la llaga

CRIS dijo...

Buena crónica Outsider...quizá quede poco caritativo, pero eso de los paños calientes y la "píez" cuando no procede, quedaría más que falso.

No suelo ir mucho por Barcelona...cuando lo haga, me llevaré el paraguas...por si las moscas.

Luis y Mª Jesús dijo...

Me ha gustado muchísimo la entrada. En León no creo que hubieran puesto ninguna multa a Berta; gracias a Dios todavía no somos tan civilizados como los catalanes, ¡ni siquiera tenemos fiscal contra la homofobia!, vamos ¡que estamos en la edad de piedra!.
Un abrazo
María Jesús