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domingo, 19 de abril de 2009

Del siglo pasado: un Lombarte

El cuadrito tendrá sus buenos veinticinco años, pero refleja una situación que en su tiempo era, si era, excepcional. Mi padre a veces dice: "esto vosotros volveréis a verlo, y pronto". Mi padre difícilmente emplea ya la primera persona en futuro, como si estuviera viviendo de propina , en fin, son cosas del enfisema pulmonar, que de cuando en cuando le pega un susto de dos pares de narices y que, una vez levemente recuperado, al cabo de unas horas en el hospital, todavía embozado con el suministro de oxígeno, le hace repetir que qué buen inventor era el que inventó los broncodilatadores ("fumets", dice él). No recuerdo personalmente escenas como la del cuadrito, al menos con rostros tan patéticos y tan jóvenes, con niño en el suelo. Con niño en brazos sí, muchas, todavía hoy. Y de señor con letrero también. Matías, que pide en mi iglesia domingos y fiestas de guardar, no necesita letrero. Tiene su plaza en propiedad. Antes estaba también Jaime, festivos y feriales. A Jaime lo que le gustaba era estar en el hospital de la Esperanza, donde le llevaban cuando el número de carajillos le tumbaba, literalmente hablando. Allí le hacían las curas de la incurable y devastadora llaga del pie derecho. Estaba allí a gustito, hasta que alguno de los médicos jóvenes y gafitas diagnosticaba que o le cortaban aquel pie o se moriría. Entonces Jaime, silenciosamente y sin decir esta boca es mía, como quien sale a por tabaco, se otorgaba apresuradamente el alta sin papeles y hasta la próxima. Claro, se murió, con los dos pies, pero se murió, si es que a veces da hasta asco la puntería que tienen estos médicos imberbes.

En mi barrio el pedidor con letrero más antiguo que tenemos es el situado entre la frutería y el supermercado. Con letrero y con perro. El chico no tendrá más de treinta y cinco años, tiene algunos tatuajes y una cara bastante triste. El perro está gordo, pesado y pasivo, sucio pero bien alimentado y feliz. En cuanto al letrero, reza escuetamente: "una ayuda, por favor". El chico come en el comedor social. La ayuda que obtiene por favor va destinada mayormente a beber, fumar y chucherías, por este mismo orden. Beber no quiere decir beber cualquier cosa. El chico del letrero, cuando entra en el supermercado no es para comprar un cartón de vino barato, sino una botellita de moscatel, así que, una vez ha pasado por caja y regresado a su letrero, la cajera comenta que anda que ella le iba a dar un céntimo a este vago vividor. La cajera del DIA, que cobra y repone y le lee el mensaje de móvil al abuelo que no trajo las gafas y aclara por enésima vez que el cupón de descuento es para las magdalenas cuadradas y no las redondas, está embarazada de su primer hijo y la verdad es que prefiere estar cobrando, reponiendo o haciendo lo que sea antes que comerse el coco con el ERE que dicen que está preparando la empresa donde trabaja su marido.

El chico del letrero tiene su clientela fija: varias bienhechoras asiduas, casi todas ancianas, viudas, solas, ninguna millonaria desde luego. Conozco a una de ellas, tiene una pensión mísera, una fe sencilla, un marcapasos. Siempre le trae alguna cosa al chico del letrero: un dulce, un jersey, un qué te pasa hoy. En el fondo, supongo, se trata de esa necesidad de cuidar que todos tenemos. Cuidar de alguien, ser cuidados. Sí, ya sé, todos lo hemos dicho alguna vez: "Yo sé cuidar de mí mismo, no necesito a nadie". Puede valer para autoafirmarse, para nutrir la autoestima. Pero en el fondo, si somos realmente sinceros, es la más puñetera de las falsedades. Nos necesitamos. Todos. Mucho.

14 comentarios:

Alvaro dijo...

Parece que se lee de corrido, y me parecia estar leyendo un ya clasico, Delibes, Cela, etc., de nuestro siglo pasado. Es todo un arte, Outsi. Me parece que esta preparando un libro. Si no, es un pecado. Debera ponerse al ordenador una hora al menos al dia. Si fuera editor, le pagaria por adelantado. Bueno, en cualquier caso, como se entera de todo, bendito de Dios. Si es que se ve que se deja confiar a la gente. Un abrazo desde Rumania, donde acaban de celebrar la Pascua. Isus a inviat!. Adevarat a inviat!.

Jordi Morrós Ribera dijo...

La descripción de Outsider es un buen retrato de cierta vida de Barcelona.

Es la vida que no sale en los anuncios turísticos de nuestra glamourosa y turística ciudad, pero que corresponde a un tipo concreto de vida de mendigos, personas mayores y reponedoras del DIA.

Y a Alvaro le diría que yo no conozco Rumanía, pero si conozco un poco a algunos ucranianos establecidos por aquí Cataluña y para ellos el saludo pascual es "Christos voskrese! Voistinu voskrese!" (Cristo ha resucitado, realmente ha resucitado).

Hasta pronto.

Anónimo dijo...

nos NeCeSiTaMoS 1 moNTóN.

eN La PaRRo eSTáN LoS PoFeSioNaLeS RuMaNoS CoN CaRTeLiTo CaMBiaN LoS TioS PeRo eL CaRTeLiTo eS eL MisM... OYe FRiaR ToDoS TieNeN 4 HiJoS :),Lo PeoR eS eSe eNSaYaDo LaMeNTo d HaMBre y ToNo CoMo Si reCiéN Le HuBieRaN MataDo 1 HiJo y.... ToDoS CoN MóViL... CoN 1 FurGo BLaNCa q LoS PoNe y PaSa a x eLLoS aL aCaBaR La joRNaDa...

si, bwana dijo...

Todas esas estampas que Vd. tan bien describe, las vamos a ver corregidas y aumentadas en el próximo futuro.Tiene mucha razón su padre.

Freak dijo...

Esta es la entrada que le he leído que más me ha gustado. Yo también me fijo en la gente que vive en la calle, en los cajeros cerca de mi casa. Alguna vez les he dejado comida o bebida cerca. Ningún mérito por mi parte... Eran productos que yo misma ya no iba a consumir, que no caducados, eh...
Pero me llaman mucho la atención los clochards... todos podemos ser uno de ellos un día... no es tan difícil perderlo todo, lo material y la ilusión.
Siempre un saludo, si corresponde, y una sonrisa. No somos mejores que ellos.
Y sí, alguno habrá que sea un "vago" pero más bien pienso que es gente que ha tirado la toalla en un momento dado de su vida y la mayoría de veces no hay vuelta atrás.

Anónimo dijo...

El cuadro resulta como goyesco y tal ¿Quién es el autor?

Roberto Gómez dijo...

¿Vagos?, con toda probabilidad.
¿Borrachos?, seguramente.
¿Viciosos?, probablemente.
¿Despreciables?, no diré yo que no.
¿Ladrones?, lo más seguro.
....?...

Los mismos vagos, borrachos, viciosos, despreciables y ladrones que configuran el Evangelio, los mismos que detuvieron al Dios vivo en su caminar, los mismos que merecieron una caricia, una mirada...un milagro...una Eternidad,...un Cielo.

El primero que cruzó el umbral de ese Paraíso prometido ...un ladrón confeso.

Una mujer alabada y ejemplo para generaciones...una mujer pública.

...y yo ni me he parado a esperaLe en el Camino...


Un saludo.

Anónimo dijo...

aDióS FRiaR! :P


1 beso.

MJ dijo...

A mi el cuadrito me da mucha pena

Nio sabemos lo que hay en la mente de las personas

CRIS dijo...

Realmente es demoledor..., a mi personalmente me denuncia porque hay cosas con las que es fácil caer en el juicio fácil, pero que, en realidad, uno no tienen ni idea de cómo son realmente, si no se han vivido en las propias carnes.

Es un post precioso, que invita a la refelxión y a la caridad, y no precismente a juzgar de boquilla y con prejuicios, que es lo que solemos hacer los de vida acomodada.

Aunque esto que digo también puede quedar muy mono...y luego quedarse sólo en eso...en algo mono...

Así somos

lolo dijo...

Necesidad de cuidar y de ser cuidados. Igual de humanas y sublimes necesidades, igual.

Muchas veces pienso que cualquiera, en un arrebato de locura o de abandono, podemos acabar así.

Me emociona el gusto por el moscatel de su pedidor más antiguo. Y su perro bien alimentado, necesidad de cuidar.
La ayuda de la cajera que lee el mensaje al viejo, el qué te pasa hoy de la anciana.

Sí que nos necesitamos.

Nuestro cuadro es más confortable pero igual de necesitado. Y también tiene sentido.

Luis y Mª Jesús dijo...

En San Isidoro a las 8.30 dos pobres que antes se llevaban mal se han hecho amigos ya hace tiempo y pasean juntos mientras termina la Misa. Hoy me han hecho reir porque una mujer de unos 60 años les estaba haciendo unas reflexiones; se notaba que la conocían y uno de ellos la ha contestado "es que a usted no la callan ni debajo de tierra" mientras el otro reía.

Anónimo dijo...

Lo siento, no recuerdo cómo entrar identificada en DESDE MI CELDA.
El cuadro es una belleza y ser optimista en estos tiempos no siempre es un engaño, al menos se intenta vivir sonriendo -y ya es bastante.
Saludos a todos y especiales a quien puso la obra en cuestión.
RCR

Reyes dijo...

Lo siento, no recuerdo cómo entrar identificada en DESDE MI CELDA.
El cuadro es una belleza y ser optimista en estos tiempos no siempre es un engaño, al menos se intenta vivir sonriendo -y ya es bastante.
Saludos a todos y especiales a quien puso la obra en cuestión.
RCR

7 de mayo de 2009 0:41

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Ya pude :) me identifico y os envío saludos. (No uso el "usted" más que en persona)