Hace 35 años yo había pegado ya un par de sellos confederales a mi carné y formaba parte de un grupito que participó en la manifestación que recorrió Barcelona bajo el lema "Llibertat, Amnistia i Estatut d'Autonomia". Interviú sacó un ilustradísimo (mayormente en blanco y negro) número especial sobre el evento y allí las hazañas de mi grupo salieron bajo el título "Aquellas lluvias, estos barros". Entonces nosotros las llamábamos, si no me falla la memoria, acción directa y las perpetrábamos a cara descubierta. En cualquier caso serían lo mismo que hacen habitualmente hoy los antisistema y que, entonces como ahora, cuando se tienen 20 años o menos, la política se toma como un pretexto y el verbo que conviene realmente a la acción no es otro que el de gamberrear. Hace 35 años yo no tenía canas, llevaba perilla y el lema durrutiano que releía vitalmente era el de "llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones". Luego, entre la mili, el trabajo fijo y la universidad en horario de tarde-noche en la Autónoma, el carné confederal fue a parar al fondo de algún cajón como testimonio de una época que no volvería jamás.
La de 1977 fue mi última manifestación. Hasta ayer. Ayer acudí, 35 años después. A pesar de que la deuda catalana sea un patente despilfarro de governs anteriores (la de los tripartitos es realmente escalofriante), acudí. A pesar de que tenga la misma fe en conseguir la independencia ahora mismo como la tengo en que me toque la lotería de Navidad, acudí. A pesar de que estas reuniones multitudinarias no van con mi carácter y me agobian un poco, tanto si se trata de caminar entre banderas y pancartas como si se trata de esperar a que salga el Cristo de las Penas de su capilla trianera de la Estrella, acudí. Acudí porque ya está bien del desprecio despótico que viene de más allá del Ebro, intereconómico, copero, torrero, populachón o pesoero. Acudí porque eso del expolio fiscal es una realidad, aunque algunos interesadamente exageren su montante. Acudí porque a pesar de que aquí las violencias han sido excepcionales (no digo yo que no hayan sido) mientras que las de los etarras se cuentan por centenares, uno también se harta de oír en castellano que los vascos son gente noble y los catalanes unos avaros pedigüeños insaciables. Acudí porque, miren ustedes, el amor a la Patria no es ningún pecado e incluso los buenos moralistas lo incluyen entre las virtudes. Acudí porque también yo estoy harto de que algunos catolicísimos consideren, pro domo sua, la indisolubilidad de España como un dogma de fe probado ex communi Patrum consensu.
Mi podólogo me decía esta mañana: "ahora Rajoy abrirá un poco el grifo y hasta la próxima". Para la próxima, en el 2047, temo hallarme, por nonagenario, ya un tanto achacoso, así que tendrá que ser algún sobrino o similar el que me lleve, empujando la silla de ruedas con bombona de oxígeno cuatribarrada incluida.
9 comentarios:
Excelente post,sus razones me parecen infinitamente más validas que las que he oido en estos ultimos meses,yo no me posiciono en asuntos politicos,mayormente porque no me creo nada de lo que dicen ni unos ni otros,irresponsabilidad por mi parte seguramente.
Decepcionada:le honra ser comprensiva con las razones expuestas
de un pensamiento que no comparte. Yo estoy tambien en la línea de una protesta i reivindicación civilizada. En mi caso -como catalán antiguo- sumado también a una voluntad de SER, de ser nosotros. Mejorando, claro, el pozo de defectos
que reconozco a mi pueblo.
Por cierto, he creído el momento de cesar la etapa reivindicativa -yo ya la cumplí- y a partir de ahora me centraré en como consruir y con qué, este camino que no tiene marcha atrás.
Os invito a leer las diez breves primeras reflexiones para esta nueva etapa en mi post de hoy.
Permete'm avui , Outsider, que en el teu blog m'hi adressi en català.
També honora la teva intel.ligència que hagis estat permeable al sentir d' un poble.
I ara, una criteriada de les meves: Voldriia pensar que en aquesta decissió jo he tingut una miiica a veure:) Penso que si un catalanista radical com jo manifesta que tinc, entre els quatre autors de capçalera dos castellans -Larra i Gracián- pot fer adonar a molts que hi ha un independentisme educat; que el que ens mou no és menyspreu i menys odi a Espanya -ni a França- a part el greuge económic. Volem ser germans, si cal només amics, o cosins -no primos. Tot i la fermesa necessària en la negociació, aquest és el plantejament bàsic que caldrà.
Mi fe en la independencia también es parecida a la que tengo cuando compro los décimos de la lotería de Navidad. Sin embargo tengo la certeza de que si me toca la lotería, mi vida mejorará de forma ostensible, mientras que de lo otro no estoy tan seguro.
Para expresarlo de otro modo, cuando se sustituyó la policía nacional por los mossos, yo era de los que se preguntaban "què canvia que em fotin hosties en català a que me les fotin en castellà".
Decepcionada, desgraciadamente hay hoy en día tantos motivos para el escepticismo político que la inhibición no deviene necesariamente irresponsabilidad.
Criteri, no hace falta citar a Larra ni a Gracián; basta con el retrato que tienes en el perfil. Balmes amaba Catalunya, pero era no digo ya un fan de España, sino incluso de Iberia (le dolía que Portugal fuera independiente), aunque, si viviera hic et nunc vete a saber cuál sería su pensamiento político.
Arrebatos, mire, al contrario que usted, yo no tengo la segura certeza de que mi vida mejoraría ostensiblemente si me tocara la lotería, salvo de rebote (en la medida en que tal vez sí podría mejorar la de mis deudos y allegados). También es verdad que no le pido grandes cosas materiales a la vida y que lo que más valoro en mi vida difícilmente se obtiene con dinero. En cuanto a la independencia, creo que puede ser un muy buen negocio a largo plazo; a corto plazo, es sangre, sudor y lágrimas, y me preocupa que haya gente tan optimista que esto último no lo perciba cuando hacen ondear, qué bonitas, las banderas.
" Y Balmes,vete a saber cuál sería su pensamiento político."
Pués pensaría lo mismo que que piensa D. Criteri, lo dudas? :)))
O dicho de otro modo, pienso lo mismo que pensaría él. Firmeza y conciliación serena.
He enconrado excelente el "post", y todavía me ha gustado más por el hecho de estar escrito en castellano.
Lo que se está moviendo estas últimas semanas en Cataluña es algo más que el hecho de emocionarse ante una bandera cuatribarrada con estrellita o sin ella, y espero que también sea algo más que eso de: "boti, boti, boti, espanyol el qui no boti".
Yo también soy un catalán de los del club que primero relativizo mucho de si finalmente se llegará a la creación de un nuevo estado europeo, y en segundo lugar que si se llega a tal situación la realidad continuará siendo la que es en nuestra vieja y decadente Europa que todavía es tierra prometida para muchas de las víctimas de nuestro sistema económico globalizado, pero cada vez es más dura para los desfavorecidos de nuestra sociedad.
Y celebro la evolución personal de "Outsider friar": de la acción directa a la vida religioza. Los caminos del Señor son inescrutables.
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