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sábado, 17 de julio de 2010

Apostate usted como Dios manda

Será porque hay que llenar el tiempo libre de alguna manera o por unas repentinas iluminaciones causadas por el calor, vaya usted a saber, pero lo indudable es que en los meses de verano le da a la gente por bautizar a los niñitos y a las niñitas. Bien, más vale tarde que nunca, así que el clérigo de turno se pone la indumentaria, enchufa los ventiladores y confía en que la poca voz que le queda sobreviva al intento de sobreponerse a la algarabía de tales celebraciones comunitarias. El ritual de bautismos no prevé una despedida del tipo “Podéis ir en paz”, probablemente porque, en realidad, el que queda en paz al terminar es el celebrante, de modo que en los tiempos que corren cada uno de estos bautismos registrados suponen para el ministro un “yo estuve allí” (en aquel galimatías). A mí una vez en Andalucía llego la bulla a tal punto que consiguieron borrarme esa sonrisa de tonto paciente que solemos poner los curas en estas ocasiones y me impelieron a plantarme y a recordar al distinguido público que para bautizar sólo necesitaba a las criaturitas, a los padres y a los padrinos, y que, por tanto, todos los demás o estaban como debían o a la calle.

Curiosamente y parece que por motivos semejantes se da también en estas fechas un aumento del fenómeno contrario, el de querer desbautizarse, el “que me borren”. Vulgarmente les llamamos “apostasías”, aunque técnica y estrictamente no siempre lo sean. Suele invocarse la Ley de Protección de Datos y no voy a cansar al lector con todo el intríngulis administrativo y jurisprudencial que se ha ido formando al respecto. Pero sí me gustaría comentar algo de las fórmulas que suelen utilizarse en los escritos dirigidos a las parroquias o a las Secretarías de los Obispados (en realidad, son los Obispados los responsables de los ficheros). El modelo de escrito suele procurarse a partir de páginas web y aquí viene lo bueno. Porque hay de todo en botica.

Hay páginas de apóstatas serios y documentados. Suelen permitir la descarga de un modelo que va al grano de pedir la cancelación de datos; están al día y tienen cierto rigor. Es el caso, por ejemplo, de Apostasia.es...

Hay otras páginas que parecen ideadas para rústicos simplones, como es el caso de cincominutos.com. Cuando uno abre la página su sólo aspecto ya revela por dónde van los tiros. Nótese este bonito consejo: “Apostata y abandona esa gran secta de depravados”, lo cual revela el concepto que sus autores y los usuarios entusiasmados con la idea tienen de sus madres y sus abuelas, la mayoría fervientes católicas. Pero vayamos al texto del modelo que proponen porque no tiene desperdicio. He recibido precisamente una petición de un señor que ha utilizado tal modelo. El Sr. N. nació en 1954 y fue bautizado con un mes de edad. Dice haber sido bautizado por una decisión familiar unilateral de forma que se le obligó a formar parte activa (?) de un determinado núcleo de creencias, etc. La Iglesia, dice, se aprovechó de que sus facultades intelectivas todavía no se habían desarrollado, etc. y etc. y sus derechos civiles y constitucionales (¡1954!) fueron vulnerados...En fin, les ahorro el resto de la formulación, cuyo desdichado redactado bastaría para catear a un estudiante de primero de Derecho. Lo malo no es que alguien redacte esta boñiga de escrito, sino que una persona de 56 años lo firme como quien firma una petición para que se declare a las chinches ibéricas especie protegida. Porque va uno a buscar el registro de bautismos y resulta que el Sr. N. contrajo en 1981 matrimonio canónico, lo cual indica que o hizo entonces uso pleno de sus derechos civiles y constitucionales (entonces sí) o sucedió que a sus 27 años todavía no se le habían desarrollado las facultades intelectivas, lo cual, visto lo visto, tampoco cabría descartarlo.
Por favor, si apostatan, háganlo bien, con la cabeza y no con las tripas, a no ser que quieran quedar como perfectos imbéciles.

6 comentarios:

Maspons dijo...

hombre, no te creo tan ingenuo como para suponer que un apòstata -generalmente hablando- pueda conllevar el calificativo de sensato, reflexivo o lo que sea. No sé a qué la sorpresa,

Bueno lo del bautizo: Irsus i que se quede el niño :)

Anónimo dijo...

Hola,
Sabes que muchos que somos sensatos tambien queremos apostatar a veces.no te apures a meterlos todos en la misma bolsa.
Me gustaria seguir comentando est tema con el blogerro por que ahora mismo siento que se me parte el corazon con este tema.
saludos
mari

Outsider friar dijo...

Haberlos haylos, Criteri, aunque mayoría no son. Luego está el grupo de los aparentemente sensatos que precisan de las performances para darse a conocer más; por ejemplo, Edwin Kagin y su "desbautizador" (un secador de pelo con el que escenifica el ritual).
Mari, no es que yo considere la apostasía una broma, pues en realidad revela nuestra propia ineficiencia evangelizadora; sólo trataba de mostrar la dificultad que mucha gente experimenta para pensar por sí misma y la creciente tendencia a dejarse llevar por un ambiente de animosidad no siempre razonablemente justificada.

Jordi Morrós Ribera dijo...

La animosidad anticatólica sin duda está ahí, y como cualquier sarampión necesitará de su incubación, eclosión y cura.

Yo siempre tiendo a ser un poco optimista y casi prefiero a un apóstata (aunque quizás sea un pelín inconsecuente como el del ejemplo), antes que a un indiferente o tibio tanto si está dentro del rebaño como si está formalmente fuera.

Entre otras cosas entiendo que Jesucristo vino a este mundo para despertar el espíritu de los que le quisieran escuchar, y aunque el espíritu despierte a veces de formas un poco exaltadas al menos con ese despertar exaltado entiendo que el mensaje de Jesús ya habrá hecho parte de su misión en este mundo.

Y le pediría a "outsider" que como experto en la materia nos delimitara la diferencia que hay entre una cancelación de datos de inscripción y una apostasía ya que entiendo que no son la misma cosa.

Outsider friar dijo...

No soy un experto, Jordi, pero claro que no son la misma cosa. Puede pedirse cancelación de datos sin apostasía y puede hacerse apostasía (rechazo total de la fe cristiana) sin petición de cancelación de datos. La cancelación de datos al amparo de la Ley de Protección es un derecho que otorga la ley civil. La apostasía es un concepto estrictamente canónico (al menos en la actualidad).

Jordi Morrós Ribera dijo...

Para Outsider.

Lo de experto lo decía por el lado eclesial del tema.

Gracias por la explicación que me ha parecido muy clara.

Hasta la próxima.