Les aseguro que hay días en que uno cancelaría su subscripción a La Vanguardia, si no fuera porque, para un católico catalán comedido, los otros periódicos son todavía peores. No sé cómo hoy a los Godó no les ha caído la cara de vergüenza. Si conservaran un poco de pudor, llamarían al Director a su despacho y le preguntarían si sabe la cantidad de buenos periodistas que están inscritos en las oficinas de (des)empleo. Hoy ese figura ha creído conveniente que la página 7 de internacional se dedicara exclusivamente a dos señoras con alzacuellos y sonrisa profidén que nos cuentan el cuento de lo obsoleta que está la Iglesia, de que el futuro pasa, al parecer, por ellas, y que han logrado la hazaña de que les dejasen sin comulgar en la Basílica vaticana. Contrasta con este notición la columnita que en la página opuesta (la 6) dedica unas pocas líneas para informarnos de que veinte cristianos murieron asesinados cuando asistían a una misa en Nigeria. La pseudoobispa y la presunta sacerdotisa merecen una página completa. Los lejanos cristianos, al parecer poco contestarios, nigerianos no salen ni a una línea por persona. Por lo visto, los mártires no venden. O peor aún: son poco modernos, no saben de marketing, incomodan.
Cuenta Guitton en su Portrait de Marthe Robin (del que, por cierto, he visto con satisfacción que hay una traducción, no sé si autorizada o no, en la red) que Marthe le aseguraba, en uno de aquellos entretiens con ella, que en el futuro la Iglesia se rejuvenecería a través del laicado, que éste tendría que jugar un papel capital en el futuro. De ahí, el interés de Marthe en que el laicado recibiera una formación adecuada, de ahí la creación de los Foyers de charité. Ella acertaba. Hoy más que nunca necesitamos un laicado preparado y activo, no para suplirnos a los curas en la liturgia y en la predicación dentro de las iglesias, sino para que viva su fe con descaro y sin timidez en el mundo. Lo necesitamos muy especialmente, a la vista está, en los medios de comunicación. Lo necesitamos desde la conjunción del equilibrio respetuoso y la firmeza en proclamar la verdad, pues si falta tal firmeza no habrá rejuvenecimiento, sino acomodación (como muchas veces la hay). Y si falta el equilibrio, entonces no habrá fecundidad, sino vanidosa chulería (como también demasiadas veces la hay).
En la hora presente el futuro y la verdadera unidad de la Iglesia pasan por esa eclosión de un fecundo laicado que irradie, no por unas señoras con alzacuellos que anteayer fueron monjas, ayer laicas y hoy creen que son curas.
5 comentarios:
Hoy estamos en medio de un puente y también hay que llenar las páginas de "La Vanguardia".
Lo realmente trágico es la situación en Nigeria, y las dos señoras (obispa y sacerdotisa) tienen su toque especial si uno se lo mira con una cierta distancia y sin implicarse demasiado, aunque comprendo que un articulito como ése hubiera sido más propio del desaparecido "El Público" que no su aparición en un periódico tan bien acomodado con el "establishment" como es La Vanguardia.
Y el movimiento http://www.romancatholicwomenpriests.org/
parece que sobre todo tiene su implantación en los USA, donde casi todo es posible en el terreno del espíritu.
Outsider, el retrato de Marta Robin de Guitton lo publicó en castellano en 1999 la Editorial Monte Carmelo.
Para Outsider Friar.
Caramba, no me había fijado que cuando hablas de "vanidosa chulería", incluyes un enlace a tu blog.
Mi opinión es que tu habitual tono ponderado está lejos de los otros dos blogs que citas como ejemplos de "vanidosa chulería", y de los dos que enlazas me parece que hay uno que todavía encaja mejor que el otro en esta descripción.
Buen Articulo, si segnor. Gracias por valorar a los laicos y laicas
En esto de LV estamos igual, poco a escoger para un cat cat. Además, el Ara no me publicó una carta sobre el silencio al bicent. de Balmes.
Tu y tus lectores deberíais pescar las diatribas de Sostres, con conocimiento de causa,sobre LV i sobretodo contra el "Coll tort", con su estilo excesivo, esto si.
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