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sábado, 17 de marzo de 2012

No nos ha prometido una vida apasionante, sino una pasión vivificante



Querían algo provocador y lo han conseguido. Y, al parecer, oportunamente, dada la reforma laboral del PP. De otro modo, la promesa de trabajo fijo (un video de esta difusión hay que entenderlo como publicidad vinculante, al menos para la Conferencia Episcopal) saldría más cara en caso de despido. El video no tiene mucho de original en su mensaje (en América hace treinta años ya se empleaba la publicidad vocacional del tipo "the work is hard but the reward is eternal"). Sin embargo, me gusta. No han tenido mal gusto, por mucho que la aborrezcan los ateos anticlericales, los ultracatólicos quietistas y los católicos vergonzantes. Me gusta, si exceptuamos la primera promesa y la última. Por mucho impacto mediático que haya provocado, podían haberse ahorrado lo del trabajo fijo. Para quien no lo tenga claro, es confusión, y quien lo tiene claro sabe perfectamente que el trabajo fijo no puede ser una motivación seria, hablando como hablamos de sacerdotes y no de especialistas de la Armada, más si consideramos que buena parte de las incorporaciones actuales a los seminarios son tipos que curiosamente ya tenían trabajo fijo.
La última promesa es todavía más grave, porque el Señor nunca prometió una vida apasionante.


No sé si una vida apasionante puede ser ésta:

o bien esta otra:

Pero sí sé que, en realidad, lo que Jesús prometió fue ciento por uno de "ahora en el presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. "
Ni más ni menos.





10 comentarios:

Jordi Morrós Ribera dijo...

El anuncio promocional de la vocación al sacerdocio es eso, ni más ni menos que un anuncio promocional, y por lo tanto no sé hasta qué punto vale la pena buscarle demasiada punta a la iniciativa marquetinera.

Lo he procurado contemplar con una mirada benigna e indulgente, y lo único que me ha parecido es ese toque un poco de "Cura-Superman" que me ha parecido intuir en algunas de las frases declamadas por los sacerdotes.

Y sin duda una vocación como el sacerdocio y el reclamo del contrato fijo no ligan ni con la mirada más benigna e indulgente que uno esté dispuesto a ponerle al anuncio promocional.

Jordi Morrós Ribera dijo...

Las prisas dichosas (la familia me estaba llamando para la cena).

Vuelvo a copiar el párrafo del medio en el que he olvidado un adjetivo.

"Lo he procurado contemplar con una mirada benigna e indulgente, y lo único que me ha parecido escesivo es ese toque un poco de "Cura-Superman" que me ha parecido intuir en algunas de las frases declamadas por los sacerdotes."

J. P. B. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
J. P. B. dijo...

A mí también me parece que lo del trabajo fijo está más que de más, me sorprende que no hubieran previsto las consecuencias de esa frase en la opinión pública. Tal y como se desarrolló el verano pasado y lo mucho que hace "vibrar" el tema de la financiación (más aún con los tiempos que corren), pudiera parecer casi una provocación.

Joan dijo...

Creo que la ultima fotografia que pones tambien es publicidad americana para que la gente vaya a misa segun se lee en la matricula

Maspons dijo...

És la cosa más rompedora que ha hecho nuestra Iglesia. Ya que calla siempre i otorga al menos adelnate en la línea ésta tan atrevida. Ñoñeria sí, pero la justita.


Muy bueno de la matrícula.

Outsider friar dijo...

Puestos a mirar benignamente, Jordi, podría interpretarse lo del "trabajo fijo" como equivalente al "imprimir carácter" de la ordenación...aunque hoy dudo mucho que esta última expresión, dado el nivel de cultura religiosa existente, no tenga, para la generalidad de nuestros contemporáneos, otro significado que el tiográfico.

Outsider friar dijo...

Para mí que no lo parece, sino que ES una provocación, Juan Pablo, una intencionada pro-vocación.

Outsider friar dijo...

Claro que es publicidad, Joan; incluso yo diría que, exceptuado el tipo de la izquierda, los demás no son curas, sino modelos.

Outsider friar dijo...

No coincido en el atributo de "rompedora", pero sí en que un poco menos de timidez y un poco más de desparpajo (no necesariamente soez ni ofensivo) no nos iría mal.