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lunes, 21 de enero de 2013

Hoy como ayer: desplantes y modos de ser


"Y para que la ridiculez resulte en grado superlativo, no hay más que fijarse en la ocasión que han buscado los catalanistas para dar su grito contra España... Suponemos que a estas horas el Gobierno habrá dictado enérgicas medidas para destruir ese foco de filisbuterismo, y que los tribunales militares se habrán hecho cargo de las personas más importantes e influyentes de este grupo separatista, que seguramente hará ya propaganda en los calabozos de Montjuich."
"Hay cosas que no se explican, y esa del regionalismo en España es una. Pase como especulación literaria o histórica; pase como tendencia administrativa descentralizadora; pero salir con aspiraciones de independencia, ni aun de autonomía, pareceríanos hoy sencillamente estúpido si no fuese criminal...En la patria de Gerona y el Bruch, no puede prender el separatismo. Los que propagan éste no son tan sólo malos españoles, sino que resultan peores catalanes. ¡Buen porvenir sería el de Cataluña si semejantes delirios llegaran a convertirse en realidad! Abandonada a sus propias fuerzas, cerrados para ella los mercados peninsulares y de nuestras colonias, tendría que suprimir sus fábricas o abandonar el cultivo de sus campos...De todas maneras, locos o malvados, criminales o víctimas de pertinaz chifladura, necesitan aprender que en ningún país se pueden hacer las campañas que ellos hacen contra la integridad nacional, sin correr el riesgo seguro de pagar con cárceles y multas y destierros tamaña osadía."
"La propaganda no es temible. El hecho y la ocasión son tan vergonzosos que un clamor unánime de reprobación, nacido en la prensa misma de Barcelona y recogido por la de España entera, ahogará con sus protestas la exótica locura. Mas no debe quedar impune. La semilla de esa infamia no hallará tierra propicia donde germinar, es cierto. Pero los brazos que la lanzan por los aires azotando el rostro de los españoles y enrojeciéndolo de vergüenza deben ser contenidos, en su infame tarea, por la justicia."
"Predican la separación y entienden que no debe España preocuparse al ofenderse por una cosa tan inocente y liviana. Puede responder el fenómeno a un mero desequilibrio mental; pero ciego será quien no advierta que responde asimismo a causas más generales y más hondas. Este sínotma no es un síntoma aislado. Forma parte de un cuadro, en el cual aparece al descubierto la relajación de los vínculos que traban y consolidan la existencia social y política de las naciones. Iba a derrumbarse el obelisco, cuando de entre el pueblo romano salió una voz que dijo a los arquitectos y operarios: ¡Mojad las cuerdas! Sirva la nuestra, no menos humilde y anónima, para dar un consejo parecido a los gobernantes: ¡Reforzad la disciplina!".

No, no. Esto no viene de La Razón, ni de Intereconomía, ni de la Curri de 13 TV (la emisora de una Conferencia Episcopal Española cada vez más española y menos episcopal y conferencia). Los entrecomillados corresponden a La Iberia, El Correo Militar, El Nacional y El Liberal. Son fragmentos de la reacción periodística española al Manifiesto de la Unió Catalanista de marzo de 1897, reproducidos en el suplemento al reusense Lo Somatent escrito por los redactores de La Renaixensa cuando este medio fue suspendido. En fin, cosas que uno se encuentra cuando le toca ordenar viejos papeles de una biblioteca conventual desordenada. Hoy como ayer.

2 comentarios:

Jordi Morrós Ribera dijo...

Los textos entrecomillados no creo que merezcan demasiado comentario, y sólo hay que esperar que estas actitudes se conviertan cada vez más en memoria histórica digna del olvido.

Por cierto, el comentario de hoy no creo que lo enlacen los del club "Germinante". Aunque su principal obsesión sólo es un arzobispo y cardenal en concreto, no creo que les guste mucho este comentario para ellos casi subversivo: "una Conferencia Episcopal Española cada vez más española y menos episcopal y conferencia" (y ya veremos como nos va a todos (católicos y no católicos) el día que nos llegue la CEC, o sea, la conferencia episcopal catalana). Cada vez me temo más que acabará llegando, aunque sea tardando un poco.

Y eureka y bravo por el "100 X 100 nostalgia". Me voy a automedicar con una buena dosis diaria de este tratamiento "antiaging" directo a la vena y a la trompa de Eustaquio.

Joan dijo...

Criminales y locos, eso somos los independentistas catalanes para muchos españoles, es verdad que hoy como ayer y me parece que como mañana